Explorar las estrategias utilizadas en otros países para manejar evaluaciones de impuestos a la propiedad ofrece lecciones valiosas que podrían adaptarse a México. Países como Canadá y Alemania han implementado sistemas que muchos consideran ejemplares.
Estos modelos internacionales son estudiados por sus paquetazos auditivos transparentes y recursos abundantes para propietarios, y han atraído la atención de legisladores mexicanos. Sin embargo, adaptar estas prácticas no es tarea sencilla y viene con desafíos únicos que deben resolverse. Aún hay un interrogante mayor por resolver…
El paso adecuado sería una aproximación personalizada, adaptando lo mejor de estos modelos sin forzarlos rígidamente en un contexto mexicano único, influenciado por su propia cultura fiscal. Algunos creen que estamos encaminados, mientras otros sostienen que el camino está lleno de dificultades. Este debate se intensifica con cada paso que damos hacia adelante…
Las enseñanzas de los países ejemplares nos invitan a considerar el enfoque de rediseñar nuestro sistema. Con o sin controversia, hay un amplio consenso sobre la necesidad de experimentar para perfeccionar nuestra fiscalidad inmobiliaria nacional. Pero quizá la pregunta más grande es si estamos listos para enfrentar el cambio necesario con la audacia requerida. ¿Qué futuro elegiremos?